Llega el verano y siempre ocurre lo mismo, los incendios arrasan zonas forestales. Esta vez, en Portugal, la ferocidad de las llamas han costado la vida a 64 personas.
Pueblo denuncia que aún hoy un 30% del incendio de Portugal sigue sin control.
Que el Gobierno portugués no ha sabido enfrentar la situación ni está siendo efectivo al hacerlo. También es culpable por haber plantado sin control especies que arden con facilidad a sabiendas de que esto podía suceder.
La naturaleza debe crecer por decisión propia ya que ella sabe cómo distribuir su población forestal sin que un simple rayo acabe convirtiéndose en su autodestrucción, en un infierno para las personas o la flora y fauna, como ha sido este caso. Si repoblamos debemos hacerlo acorde a la flora que había en un principio, no con el intervencionismo y mirando por lo más económico, al gusto de una mala gestión estatal.
Después de tres días de lucha contra las llamas, y el trabajo de más de 2.000 efectivos han conseguido controlar el 70% del incendio en Pedrógão Grande, en el centro de Portugal. Han muerto 64 personas y 157 han resultado heridas, siete de ellas de gravedad. Las cifras hablan por si mismas, si en la repoblación de la zona se hubieran respetado la flora autóctona primigenia esto no hubiera pasado.
El entorno de Pedrógão Grande, origen del fuego, afronta aún la situación más complicada. El punto más «preocupante» se encuentra en el término de Góis (de 2.400 habitantes), donde han sido desalojadas 18 aldeas, según ha informado el secretario de Estado de Interior. Los bosques que arden unían para colmo distintas aldeas de la zona.
El incendio se inició el sábado, aún sin sofocar, aún desalojando a la población y aún dejando tras de sí un mayor espectáculo dantesco de cenizas y muertos.
Las colinas cubiertas de pinos y eucaliptos entre los pueblos de Pedrógão Grande, Figueiro dos Vinhos y Castanheira de Pera fueron la trampa mortal para las víctimas que murieron atrapadas en sus casas, aunque también otras perdieron la vida en sus vehículos mientras trataban de escapar por carretera.
El jefe de la policía, tirando piedras fuera, ha culpado a las tormentas secas de las llamas y ha incidido en que se había encontrado un árbol golpeado por un rayo, pero nada dicen de la responsabilidad de haber elegido muy mal las especies plantadas en la zona por la mano del hombre.
Estamos con el pueblo portugués, y exigimos responsabilidades y que no vuelvan a intentar repoblar de forma artificial, que respeten la flora y fauna naturales de cada zona, aunque les cueste más dinero hacerlo, pero otro incendio así no puede consentirse, con o sin víctimas mortales, más aún de haberlas, como ha sido el caso.
Pueblo con el Pueblo portugués
Comunicación e Imagen Pueblo
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