…y el 15M murió en Galapagar.

Las elecciones europeas, municipales y autonómicas, allí donde se celebraban, han dejado constancia de que la memoria de los votantes es efímera. Poco importa Filesa, los GAL o los EREs; poco importa ser el partido más corrupto de España; poco importa la credibilidad política de aquellos que ofrecen unas propuestas y las cambian a la carta.Quizás lo más significativo en las elecciones al Parlamento europeo, a la par que triste, es que pocos han votado para que Bruselas no nos siga humillando, expoliando nuestros recursos y robándonos nuestra Soberanía. Esos miles de votos al PSOE, PP y Ciudadanos, entre otros, sólo benefician los intereses monetarios de aquellos que dirigen nuestros destinos económicos, sociales y nacionales desde el Parlamento de los Mercaderes, en absoluto benefician los intereses sociales de los trabajadores, de los pensionistas, de la sanidad pública… En dos de las grandes ciudades, Madrid y Barcelona, tanto Carmena como Colau han sufrido un duro revés en las elecciones municipales, y sin entrar a valorar sus políticas locales, deja en evidencia que la izquierda “revolucionaria” ha perdido dos de sus bastiones “de la nueva política”, entre otras cosas, por sus luchas internas, o si se prefiere, por las formas distintas de entender el papel de la izquierda “revolucionaria”.Y es que, si los trifachas de PP, Ciudadanos y VOX reman cabreados, pero juntos, para desbancar a la izquierda, el PSOE y Podemos hacen lo propio. VOX se ha convertido en la muleta de Casado y Rivera, allí donde no llegan juntos, aparece Abascal con el capote. Por su parte Iglesias no para de limpiar los zapatos de Sánchez implorándole entrar en el Gobierno. La pelea es de la Derecha Liberal contra la Izquierda Liberal con Abascal e Iglesias de pagafantas.Quizás por ello, algunos echamos en falta el espíritu del 15M, de las mareas de estudiantes, parados, pensionistas, trabajadores, hombres y mujeres… de los de abajo, de todos los hastiados de la partitocracia, de todos aquellos que, más allá de banderas e historias pasadas, soñaban con un futuro mejor para TODO el Pueblo; donde los Bancos y los grandes monopolios, y sus lacayos de los consejos de administración, donde están bien apoltronados todos los buitres de los sindicatos y de los partidos, se fueran a tomar viento para siempre; donde lo Público se asentara y creciera frente a las privatizaciones y muchas de ellas volvieran a manos del Estado; donde la caduca Monarquía se fuera a paseo de una vez por todas, quizás por ello… algunos y algunas, afirman con razón, que el espíritu del 15M murió en Galapagar; y hace falta, decimos nosotros, la formación, de una vez por todas, de un auténtico movimiento social, republicano, transversal y patriótico, capaz de ilusionar y de conquistar lo que muchos soñaron el 15M.