«Grande es ese niño tailandés que lleva dinero a su casa después de 16 horas trabajando libremente en un taller, nadie le puso una pistola en el pecho, lo eligió libremente. Y además, muchos lo consideran un trabajo muy digno. Cada uno hace con su cuerpo lo que quiere…¡Uy!, perdón, que este es el «ideotipo» que se suele utilizar para defender la prostitución. Y no tiene nada que ver con la esclavitud del niño tailandés ¿o si?»
Eric Rune
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