La esclavitud moderna

Comprar el cuerpo de otra persona para tu propio placer no es aceptable.
La prostitución, como cualquier esclavitud no son trabajos, sino explotación sexual.
Siendo España el tercer país que más prostitución demanda, estimándose en más de 15.000 prostitutas en la calle y el triple en locales y pisos clandestinos, donde un 90% contarían con la gestión de proxenetas.
Lo que hace necesario implantar la abolición de la prostitución, debido a que no deja de ser otra forma de esclavitud moderna. Despenalizando a las mujeres prostituidas, dejando de perseguirlas y penalizando a sus proxenetas y consumidores que son quienes generan la demanda de quienes compran prostitución.
Ofreciendo siempre una salida laboral con opciones reales para salir de esta dramática situación de estas mujeres.
En España, la normativa actual solo reduce su visibilidad en las calles, trasladándolo a otras zonas más apartadas y escondidas donde no se garantiza su situación y seguridad.
Siendo Suecia pionera en afrontar el problema penalizando al demandante de prostitución, a la vez que se ofrecían opciones y ayudas para las mujeres, además de desalentar culturalmente está práctica tan arraigada en nuestra Sociedad, implantando nuevos valores sociales y éticos.
Por contra, en Alemania se optó por otro modelo que terminó legalizando la prostitución como «trabajo sexual» y dificultó la persecución de los delitos de trata de seres humanos y proxenetismo, que siguieron aumentando.
Que se asemeja bastante a la situación aportada en ciudades como Barcelona, donde Ada Colau ofreció subvenciones a la asociación APROSEX (Asociacion de profesionales del sexo) que se suma a la normalización que se hace con ANELA, la patronal de empresarios de locales de alterne.
La prostitución no es ni «sexo» ni «trabajo» solo es otra forma de explotación, como cualquier forma de esclavitud moderna que se aprovecha de la difícil situación de una persona para comprar su dignidad.
Siendo el término «trabajadora sexual» una pala
palabra neoliberal que solo sirve para normalizar una actividad que mueve millones de euros en nuestro país.