Con el número de desahucios más altos de nuestra historia, donde la reforma del alquiler solo ha modificado los plazos y las fianzas alquileres, pero no así los límites a los precios, que sería igual que derogar la reforma laboral sin regular los días de indemnización por despido.
Para que nos sigan mintiendo con que hemos salido de la crisis, cuando tener hijos y vivienda se ha convertido en un lujo.
Donde la familia se ha convertido en una institución a punto de desaparecer, culpa de la codicia de unos mercados que ponen en quiebra todo un sistema de bienestar.
Alberto Cortés
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