Nuestro movimiento no puede permanecer callado ante la mercantilización del ser humano, en este caso de los bebés. Que, sin voz ni voto, son usados como mercancía, sin pensar en las repercusiones que puedan darse dentro de unos años en ellos y en el conjunto de la sociedad, gracias al capitalismo más salvaje, la nueva compra venta de seres humanos: la gestación subrogada o vientres alquilados.
Repartimos octavillas denunciando esto en la entrada del congreso celebrado en Madrid gracias a las entidades que se lucran con la gestación subrogada como negocio.
Igualmente desplegamos una pancarta en forma de protesta.
Acto realizado el 6 de mayo de 2017
Comunicación e Imagen Pueblo
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